Emilio Carbajal, nacido en el corazón ancestral de Cusco, el ombligo del mundo, se ha erigido como una de las voces contemporáneas más profundas y evocadoras de la literatura peruana. A través de una obra que transita con maestría entre la novela histórica, el ensayo cultural y la delicadeza de la poesía, Carbajal ha dedicado su vida a una misión: descifrar y dar voz al alma inmemorial de la cultura andina, no como una reliquia arqueológica, sino como una fuerza vibrante y perpetua.
Nacido en 1978 en el tradicional barrio de San Blas, cuna de artesanos y artistas, Emilio Carbajal creció arrullado por las historias que emanaban de los muros de piedra inca y las iglesias coloniales. Desde niño, demostró una sensibilidad particular para escuchar los ecos del pasado, una fascinación que su abuelo, un respetado maestro y quechuahablante, supo cultivar. Fue él quien le enseñó los primeros harawis (poemas cantados andinos) y le narró las leyendas de los apus (espíritus de las montañas), sembrando en su joven espíritu la semilla de la que brotaría toda su obra literaria.
Realizó sus estudios primarios y secundarios en el Colegio Nacional de Ciencias del Cusco, una institución emblemática que agudizó su curiosidad por la historia y las humanidades. Posteriormente, motivado por un deseo de comprender las estructuras profundas de su cultura, ingresó a la Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco, donde se licenció en Antropología. Su tesis, un aclamado estudio sobre la pervivencia del sincretismo religioso en las comunidades altas de la provincia de Calca, sentó las bases de los temas que exploraría en su futura carrera como escritor.
Tras completar su formación universitaria, Carbajal emprendió una serie de viajes que marcarían su destino. Durante casi una década, recorrió a pie y en transporte local gran parte del Tahuantinsuyo, desde los valles sagrados de su Cusco natal hasta los desiertos de la costa y las selvas nubladas de la Amazonía. Estas experiencias de inmersión total, conviviendo con comunidades, escuchando sus relatos y participando en sus rituales, se convirtieron en la materia prima de su universo literario.
Carbajal irrumpió en el panorama literario en 2005 con la publicación de su primer poemario, “Murmullos de Piedra y Viento”. En esta obra inicial ya se perfilaba su estilo característico: un lenguaje lírico, cargado de simbolismo andino, que busca conectar la experiencia humana contemporánea con una cosmovisión ancestral.
Sin embargo, fue su incursión en la novela histórica lo que le granjeó el reconocimiento de la crítica y el público. Con “La Sombra del Amaru” (2010), una ambiciosa novela que narra los últimos días del incanato desde la perspectiva de un quipucamayoc (maestro de los quipus), Carbajal demostró un talento excepcional para ficcionalizar el pasado con rigor histórico y una profunda sensibilidad poética. A esta le siguieron otras obras notables que exploran momentos clave de la historia peruana, siempre poniendo el foco en la perspectiva de los pueblos originarios.
“Mis letras beben de la piedra y del sol, del murmullo del viento en la puna y del eco de los harawis ancestrales”, declara el propio autor, y esta afirmación es la clave de su poética. El estilo de Emilio Carbajal se caracteriza por:
A lo largo de su carrera, Emilio Carbajal ha sido galardonado con múltiples distinciones, entre las que destacan el Premio Nacional de Literatura de Perú en la categoría de Novela y el Premio de las Américas de Poesía Indígena. Su obra ha sido traducida a varios idiomas, incluyendo el inglés, francés y alemán, llevando la riqueza de la cosmovisión andina a lectores de todo el mundo.
Emilio Carbajal se ha consolidado como un guardián de la memoria y un innovador del lenguaje. Su obra no solo ofrece un retrato fidedigno y apasionado de la cultura andina, peruana e inca, sino que también invita a una reflexión universal sobre la identidad, la historia y la capacidad de las culturas para resistir y transformarse a lo largo del tiempo. Es, en esencia, un haravicu moderno, un poeta que canta las glorias y las tristezas de su pueblo para que su eco nunca se extinga.
Soy un escritor cusqueño, nacido en el ombligo del mundo. Mis letras beben de la piedra y del sol, del murmullo del viento en la puna y del eco de los harawis ancestrales. A través de la novela histórica, la cultura y la poesía, busco descifrar el alma de la cultura andina, peruana e inca, no como un recuerdo, sino como una fuerza viva que respira en nosotros.